miércoles, 5 de septiembre de 2007

Mi Buenos Aires querido.

Qué placer estar a doce mil kilómetros de casa y sentirse en ella, es mas, sentirse mejor que en la tuya propia!.
Desde que vengo a esta tierra, cada viaje ha sido mejor que el anterior, y este no ha sido menos. A pesar de las complicaciones que últimamente hay en los aeropuertos, con retrasos, motines, maletas que se extravían... mi viaje ha sido perfecto. Ni me enteré de las 17 horas que pasaron desde que salí de casa hasta que aterricé en Ezeiza. Entre duermevelas, sudokus, y "el corazón helado" de Almudena Grandes y con el aliciente de volar con dos asientos a mi disposición el la cola del avión, llegué relajadísimo a suelo argentino.
En el aeropuerto me esperaban, -a pesar de ser las 5 de la madrugada!- ocho de mis primos. A algunos hacía 4 años que no los veia, a otros desde enero de este año, y con todos, nada mas vernos, la sensación de nunca habernos separado.
Por algo me siento tan orgulloso de esta familia. Tienen la facilidad de hacerme sentir mejor que en mi propia casa, y sus muestras de cariño son la mejor recarga para cualquier batería necesitada de energía. Sin restarle valor a todo lo vivido, no me cabe duda de que lo mas bonito fue conocer al fin a "Elu" y "Luli", o Elias y Lucía, los hijos de Pablo y Claudia. La última vez que vine lo hice para asistir a la boda de éstos. Y hoy tienen dos "juguetes" de 4 y casi dos añitos. Ella, la pequeña, hasta ayer no venció la timides y empezó a agarrar confianza, ya tengo nombre nuevo :"Tito". Y él, acompañe al padre a buscarlo al "jardín" el día que llegué, y cuando nos vio de lejos, se me quedó mirando con sus impresionantes ojazos azules, y apuntándome con el dedo, me dice todo serio... "yo a ti te conozco!, tu eres Sixto!", Ni que decir que me lo comí a besos.
El primer día fue todo celebración. Por esta casa en la que estoy, han pasado ya casi todos los familiares que tengo aquí, y entre abrazos, cerveza quilmes, y asados (mamita que carne!!!) se pasaron mis primeras 24 horas. Cuando me fui a dormir, a la una de la madrugada tenía la sensación de haber llegado hacía un mes y no 20 horas.
Me recibió un día de sol espléndido. El primero decente en todo el invierno. Pero ayer y hoy ya ha nublado y está raro el tiempo. Se espera por aquí "la tormenta de santa Rosa", parece ser que por estas fechas siempre cae una tormenta de viento y granizo tremenda. Ayer parecía que podía dejarse caer pues, pero al final no apareció.
Estar sin hacer nada, disfrutando de la rutina de est gente, "perdiendo" el tiempo a conciencia y por gusto, es ya suficiente para disfrutar de estas vacaciones. Pero espero hacer algo mas.
Anoche fui con Rafa a cenar a la capital. A Puerto Madero. Está muy bien esa zona. Acostumbrado al desorden y al caos del Gran Buenos Aires, A pesar de ser de noche y haber visto poco, me ha sorprendido ver como están dejando aquél barrio. Hoteles de lujo, pisos de un millón de dólares... y la Casa Rosada a poca distancia. Tengo ganas de perderme por ahí con luz de día y cámara al hombro.
Os dejo un abrazo a todos los pocos que por aquí paséis.
http://es.youtube.com/watch?v=v-DpIHxk3A0

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