lunes, 28 de febrero de 2011

Tango en El Molino


Empiezas la semana con no demasiadas buenas expectativas... Haces tu trabajo con la ilusión que te permite hacerlo un lunes en el que te anuncian que hayq ue apretarse el cinturón... Tras dar unas cuántas vueltas a la ciudad, regresas a casa, mojado porque en el último trayecto empezó llover...
Y cuando ya das por hecho que el día se acabó, suena el teléfono, y un amigo, que sabe de tu pasión por todo lo que destile aroma porteño, al verse con una entrada vacante para ver un espectáculo de Tango en El Molino, se acordó de ti.
Y así, sin comerlo ni beberlo, como suele decirse, me veo a la puerta del mítico Molino, donde por primera vez pondré mis pies, acompañado por Albert Lladó, y dispuesto a disfrutar durante hora y media de un intimista espectáculo de Tango de la mano del bandoneísta Daniel Binelli y del guitarrista César Angeleri. Dos auténticos monstruos del género.
Con esta actuación, El Molino inicia una nueva programación musical dedicada al tango, cada lunes combinará un concierto de artistas reconocidos con una milonga, es decir, un baile abierto al público general.
Lo de anoche fue sublime. Aqulla guitarra y aquél bandoneón, no sonaban... hablaban!
Y tras el espectáculo, El Molino nos invitó a una copa de cava en el primer piso.
No sé por qué me imaginaba el cabaret mucho mayor. Sin embargo me encontré con una sala muy intimista.
Y tras unas tapas en la cervecería Moritz de la Ronda Sant Pau, acabó un día que como todos los que trato de vivir, tuvo de todo menos de rutinario.

miércoles, 16 de febrero de 2011

La omisión de la familia Coleman.



Hasta el 6 de marzo se puede disfrutar en el Teatre Borràs, de una obra argentina, que desde su estreno no ha parado de cosechar éxitos y buenas críticas:
"La omisión de la familia Coleman" del joven director Claudio Tolcachir y la compañía Timbre 4.
Una obra que retrata una familia absurda donde nadie cumple su rol correctamente. Entre risas y reflexiones te van calando unos personajes nacidos de la improvisación, que interpretados magistralmente trazan una obra llena de ritmo y de momentos emocionantes.
Te hace salir del treatro con un dulceamargo sabor de boca a causa de la historia que te han contado, pero con esa sonrisa de felicidad que provoca levantarse de la butaca tras haber disfrutado de una obra de TEATRO con mayúsculas.
Yo hubiera podido sentarme a disfrutarla de nuevo antes de salir de la sala.

El autor/director habla de la obra: