Desde un ciber en la ciudad de Bariloche quiero dejar constancia de que sigo vivo y cada día mas impresionado conl a belleza de este país.
Salí el viernes de Buenos Aires con Rafa y Silvana en la "cangoo" de Elías.
1800 kilómetros llevamos rodados ya!. Atravesamos la provincia de La Pampa, entramos en la de Rio Negro, y estamos en la de Neuquén.
No encontraría palabras por mas que me exprima la neurona vaga que dios me dio para expresar las emociones que sentí y estoy sintiendo a cada kilómetro.
Rodar cientos de kilómetros sin encontrarse nada mas que rectas interminables que desembocan directamente en el horizonte, y llanuras por los cuatro puntos cardinales no es algo a lo que yo esté muy habituado. Esto es inmensamente grande... y hermoso!.
Llegamos a la ciudad de Bariloche tras hacer noches en General Roca -Rio Negro-, y en San Martín de los Andes -Neuquén-.
El cambio del paisaje es bestial. De las llanuras infinitas a valles enormes rodeados de cumbres escarpadas y blancas. Viajamos por puntos nevados y nos pilló un ventisca denieve preciosa en algún tramo de la ruta.
Aquí, en San Carlos de Bariloche, a donde llegamos ayer, nos estamos alojando en una cabaña chulísima por 120 pesos la noche, esto al cambio y entre los tres que somos, son 10 euros!!, a ver donde se encuentra algo así por España!.
Ahora mismo me voy a tomar un café al lado del lago Nahuel Huapi. A ratos sale el sol y a ratos llueve. Y el panorama es tan impresionante que mis ojos no dan a basto, y mi cámara tampoco -espero lograr alguna buena foto, porque disparo todo el día!-
Esta mañana subimos en teleférico a tomar un café y ver unas excelentes panorámicas desde el Cerro Otto. La cafetería se levanta justo en la cumbre y es una plataforma giratoria que te permite ver los cuatro horizontes mientras te tomas algo. Como diría aquel sabio... "en dos palabras : IM - PRESIONANTE!.
Besos y abrazos desde el paraíso patagónico.
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