jueves, 7 de mayo de 2009

Plastilina.

Tengo el blog descuidado, porque apenas tengo tiempo, y aunque tendría muchas cosas que contar, no se cómo contarlas.
La mejor excusa para seguir con él es la sesión de teatro de la Sala Beckett, de donde acabo de llegar de ver Plastilina.
Tras un nombre tan inocente, que nos hace evocar aquellos días de la infancia en los que jugábamos a creadores de formas, se esconde una obra de teatro de una tremenda y realista crudeza. Trata de las nuevas formas de "diversión" de los adolescentes de hoy en día. Marc, Pau y Arnau, cometen un crimen "jugando" a maltratar un indigente para grabarlo con sus móviles. A partir de ese suceso, son protagonistas de todos los telediarios, y sus vidas y las de sus padres, quedan destrozadas para siempre.
Cómo me gusta el teatro! sobre todo disfrutándolo desde la primera fila, a escasos metros de los protagonistas, pudiendo apreciar al detalle de cada gesto, cada expresión...
Hoy por momentos, sentí que era la tele en la que un padre y un hijo, felices, disfrutaban de un partido de tenis. Y me sentí el padre que miraba a su hijo tras el cristal de la sala de visitas de la cárcel, conteniendo las ganas de vomitar ante la mirada y las lágrimas de desesperación del hijo descarriado.
Fue emocionante vivirlo desde la butaca cuatro de la fila uno.
El esprint en bicing desde la plaza Joanic hasta casa fue el remate de un día, que en contraste con los de las últimas semanas, ha sido de lo más relajante.
Y mañana viernes!!!!

No hay comentarios: