sábado, 24 de marzo de 2012

Al teatro!


Me encantan esos momentos en los que, disfrutando de un espectáculo, teatro, cine, concierto, la magia de la actuación me provoca la extraordinaria sensación de levitar. Sí, de levitar. Siento como se me pone la carne de gallina, y me recorre una especie de escalofrío que me genera una increíble sensación de elevarme sobre mi butaca... parace cosa de locos, o de fumados, pero es tal cual. Y puedo garantizar que no hay mas drogas de por medio que las que mi propio organismo pueda generar. En ese momento siento que lo que estoy disfrutando es algo mágico, siento una conexión absoluta con los artistas, pues entiendo que esa es su finalidad al crear el espectáculo.
Esta sensación la he sentido en las dos últimas obras que vi en el teatro. Completamente diferentes, pero geniales ambas.
En el Teatro Romea, disfruté de unas actuaciones brutales por parte de Clara Segura y Julio Manrique, en una obra que yo desconocía, peor al parecer viene de una película con el mismo título y de producción canadiense. Hablo de "Incendis". Un dramón impresionante sobre una mujer libanesa que en el lecho de su muerte hace un encargo a sus dos hijos que les aclarará la extraña relación que siempre han mantenido con ella y les revelrá un terrible secreto que solamente de aquella manera podría haber sido explicado.
El montaje, la escenificación, que aunque a veces te confunde -porque los artistas interpretan diferentes papeles en diferentes tiempos- es genial, las interpretaciones... ha sido una de mis mejores experiencias teatrales hasta la fecha.
Todo le teatro en pie, y muchos sollozos no ahogados lo atestiguan. Impresionante.
La otra fue anoche. De la mano de la compañía La Cubana, que como siempre se las ingenia para sorprender al espectador con sus delirios y locuras. Están en el teatro Tívoli, con una obra titulada "Campanadas de Boda". El argumento es sencillo, como siempre. Pero ellos se encargan de darle la vuleta y convertirlo en algo espectacular cuando menos te lo esperas. En este caso una chica catalana de buena familia, se casa "online" -lo que antaño era "por poderes"- con su novio, un actor de "bolliwood" que está en la India. Por supuesto el tono de toda la obra es cómico. Me encanta como acentúan los estereotipos de los personajes. El acento tan catalán de los catalanes, el deje andalúz de la chacha... son buenísimos todos. Y cuando se ponen a cantar increíbles, sobre todo cuando lo hacen en coro. Ahí en una de esas fue donde sentí la sensación que al inicio describía. Detalles no voy a explpicar por si alguien los va a ver.

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