martes, 5 de enero de 2010

AVATAR.


Tras un intento fallido en Asturias, al fin la he podido ver...
Cuando el río suena agua lleva, dicen...
Todo el mundo que conozco que la había visto decía que se había quedado extasiado ante semejante peliculón. El presupuesto millonario con el que fue realizada era de suponer que daría, en manos de James Cameron un resultado como el que está dando.
Las que he visto de este director me han cautivado. En el cine creo que la única suya que vi fue Titanic, y me impresionó tanto que la vi 5 veces en la pantalla grande. Recuerdo que la fui a ver por acompañar a una amiga que la quería ver, dispuesto a sufrir tres horas de acontecimientos más que conocidos... y me enganchó con una historia de amor con la que no contaba. Me dejó grapado a la butaca al finalizar... los efectos especiales, la banda sonora... algo extraordinario...
No le he seguido sus trabajos con fidelidad, de hecho no recuerdo más películas suyas en el cine tras ella hasta ahora, y seguro que las tiene.
Con AVATAR, me atrajeron el despliegue de medios y los vaticinios de que sería un punto y aparte en la historia del cine, algo comparado a lo que en su día fue "Lo que el viento se llevó" -una de mis películas favoritas sin duda alguna-. Sólo por eso, ya tenía ganas de verla, por supuesto en una sala que la proyectara en tres dimensiones, tal como fue concebida.
El domingo, con seis amigos más, conseguimos, a las cuatro de la tarde, entradas para la sesión de las siete de milagro!. La tuvimos que ver desde el fondo de la sala, en un lateral... y aún así salimos todos cautivados y emocionados por la obra maestra que acabábamos de ver.
Ahora entiendo que en tres semanas lleve ya recaudados más de un millón de dólares. Se lleva el récord por ser la cinta más cara de la historia del cine, y se lo llevará por ser la que más ha recaudado.
Además del despliegue de efectos especiales y nuevas tecnologías para realizarla en tres dimensiones -que es como hay que disfrutarla sin lugar a dudas-, la historia que cuenta, cautiva y engancha hasta el punto de absorverte de principio a fin, y meterte de lleno en un mundo imaginario, increíble donde los humanos, que son los conquistadores, son los alienígenas destructores a los que el cine nos tiene acostumbrados.
Una historia original y hermosa. Con un mensaje "new age" tan fabuloso como ella misma.
Da qué pensar y te deja salir del cine emocionado por el grandioso espectáculo que acabas de ver. O mejor, de vivir.
Estoy seguro de que la veré una vez más en cine como mínimo, pues me quedé con las ganas de disfrutarla sentado donde a mi me gustaría y no donde no me quedaba más remedio hacerlo si la quería ver.
No os la perdáis. Por supuesto en una sala que la proyecte en 3D.
Y descubrid Pandora.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Borrííín!
Im-presionante film!
Anoche, almenos la viste en medio de la sala...

Abrazotes.
Emilio