sábado, 10 de abril de 2010

El Diván

Me critican porque soy de los que pueden ir varias veces a ver una película.. o una obra de teatro... y yo no lo entiendo.
En el caso del cine... si me ha gustado, no me importa revivirlo una y las veces que hagan falta...
En el caso del teatro si me ha emocionado, puedo volver a emocionanrme cuantas veces sea necesario, con el aliciente de que en el teatro, (y esa debe ser la razón por la cual a los actores y actrices que aman la profesión les gusta tanto), cada función, por más que el argumento sea el mismo, es diferente, porque lo bueno del directo, es que pueden aparecer imprevistos en cualquier momento, y hay que saber salir de ellos.
Ver las variaciones de las mismas interpretaciones en boca de los mismos actores/actrices, entre una función y otra, me encanta. Me hace sentir cierta complicidad con los intérpretes y es una sensación extraña y agradable.
Debe ser que tengo vocación frustrada de actor...
Todo este rollo viene a cuento porque el jueves pasado, fui al teatro Llantiol a ver una obra sencilla, de esas de bajo presupuesto y mucha imaginación, titulada "El Diván", de la compañía KAMALEONIC.
Si además de disfrutar de una obra muy divertida, uno de los protagonistas en un buen amigo, pues el placer se multiplica. El amigo, el actor, es Noli, un "fulanitobuenrollito" canario que conocí hace más de diez años en Madrid y cuya amistad es un honor conservar después de tanto tiempo.
Éramos cuatro y salimos todos encantados con la obra. Hora y casi media de risas y buen rollo, que nos dejaron -al menos a mi- con la clara idea de repetir.
Por eso, el próximos jueves, espero volver acompañado de los amigos del "Club del teatre del 123.", grupo que formé con gente del edificio donde trabajo para tener una excusa y reunirnos de tanto en tanto fuera del ambiente laboral, y de paso compartir el disfrute de una afición común: el teatro.


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